No es un animal ni un mamífero que podamos ver a simple vista debido a su pequeño tamaño. El animal más rápido del mundo es un tipo de ácaro, concretamente el Paratarsotumus macropalpis.
Este ácaro, con un tamaño similar al de una semilla de sésamo pueden moverse a 322 longitudes de cuerpo por segundo, lo que equivaldría en un ser humano a 2.092 kilómetros por hora, casi 1,9 la velocidad del sonido.
El anterior poseedor del récord a animal más veloz del mundo era el escarbajo tigre australiano que alcanza un total de 171 longitudes de cuerpo por segundo. El descubrimiento ha sido posible gracias a la investigación de un estudiante de la Universidad de California que paso todo un verano persiguiendo ácaros logrando una capturar recientemente este hallazgo con una cámara de sólo 10 centímetros de diámetro y de alta velocidad, para grabar los sprints de los ácaros, tanto en laboratorio como en su entorno natural.
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