Existen seis tipo de fototipos cutáneos que se clasifican las pieles en función de la capacidad para protegerse de las radiaciones solares. En el extremo inferior de la escala se halla el fototipo I, que correspode a pieles muy claras con dificultad para ponerse morenas y el superior, el VI que describe las de tonos muy oscuros, y que se broncean rápidamente. En este caso grupo se halla la gente de color que tienen la mayor acumulación cutánea de melanina, el pigmento natural que protege de los rayos de UVA. Cuando un negro se expone al sol, su piel también se broncea, pero lo hace de forma casi inmediata y produce un riesgo a quemarse y ya no ha broncearse.